Sídney (Australia).- Nueva Zelanda registró una caída del PIB de un 1,6% durante el primer trimestre el año, al inicio de la crisis de la COVID-19, y se encamina a una recesión tras casi una década de crecimiento económico.
La oficina de Estadísticas de Nueva Zelanda publicó este jueves la caída trimestral, la mayor desde el retroceso de 2,4 % registrado en marzo de 1991, y que coincidió con el inicio de la restricción de desplazamientos y el confinamiento obligatorio implementado en el país.
«Los efectos de la COVID-19 se sumaron al pequeño impacto de la sequía en algunas partes del país», apunta el comunicado del organismo oficial.
De confirmarse una nueva caída en el segundo trimestre, de abril a junio y que corresponden a los meses más duros de la pandemia en Nueva Zelanda, la nación oceánica entrará oficialmente en recesión.
«El impacto más severo de la recesión global y la alerta (máxima) de nivel 4 de las restricciones a la salud pública se verán en el trimestre de junio», señaló el ministro neozelandés de Finanzas, Grant Robertson, en otro comunicado.
Nueva Zelanda, país alabado mundialmente por su respuesta temprana y drástica contra la pandemia cuando solo tenía 50 casos, ha registrado hasta el día de hoy un total de 1.157 pacientes confirmados, de los cuales tres casos continúan activos y 22 resultaron en fallecimientos.
