Granada,- Un excepcional repicar de la campana de la conocida Torre de la Vela de la Alhambra de Granada ha roto a primera hora de este miércoles el silencio obligado en este icónico monumento que, tres meses después del cierre por la pandemia por la COVID-19, empieza a recuperar desde ahora su habitual ajetreo.
«Ha sido un honor, un recuerdo para siempre, tener el privilegio de tocar esta campana como símbolo para abrir una nueva era», ha señalado Mariana Castro, una mexicana afincada en Granada que ha sido la primera visitante en acceder a la zona de la Alcazaba del recinto monumental más visitado del país coincidiendo con el día de su reapertura.
Ella es una de las apenas mil privilegiadas personas que van a acceder, a lo largo de la jornada, a los distintos espacios del conjunto palaciego que, en la actual fase 3 de la desescalada en la que se encuentra Andalucía, arranca con la mitad de su aforo, limitado a unas 4.250 entradas en sus distintas modalidades.
Quienes acudan desde ahora a la Alhambra van a encontrarse a lo largo de todo el recinto una nueva señalización tanto horizontal como vertical para guiar el recorrido, en la que se recuerda que es obligatorio el uso de mascarillas y la desinfección de manos y que debe guardarse la distancia de seguridad, entre otras medidas de prevención.
Dentro de los Palacios Nazaríes, que atesora lugares como el famoso Patio de los Leones, varias señales advierten de que se ha establecido un recorrido de tipo circular, se han acotado distintas zonas y se han eliminado elementos tan característicos como las jamugas, unas sillas de tijera con patas curvas y correones para apoyar espalda y brazos que hasta ahora se ubicaban en el Patio de los Arrayanes.
También se ha puesto en marcha un nuevo sistema que permite al visitante acceder con la lectura de su documentación identificativa y personal (DNI o pasaporte), aunque se deba llevar también la entrada con el código QR en formato físico o digital.
El patronato público que gestiona la Alhambra y el Generalife, además de otros bienes adscritos, ha implantado de esta forma todas las medidas que marcan las autoridades sanitarias para garantizar la seguridad de visitantes y empleados, ha informado su directora, Rocío Díaz.
«Volvemos con todas las ganas del mundo y con un agradecimiento especial a los trabajadores, que los meses de cierre han hecho una labor esencial», ha añadido la responsable del patronato, que ha reconocido una previsión actual de ventas «tranquila», si bien ha destacado que también eso permitirá disfrutar los primeros días de un monumento «como nunca» antes.
Precisamente esta circunstancia, poder reencontrarse de forma tan tranquila con un recinto que habitualmente estaba mucho más concurrido, ha sido uno de los aspectos que más han destacado los primeros visitantes consultados por Efe, la mayoría procedentes todavía de Granada y de otras provincias andaluzas próximas.
Tampoco han faltado las lágrimas de emoción en la vuelta al recinto palaciego de algunos de los empleados, caso de María del Mar Pedrosa, quien -a pesar de trabajar en la Alhambra desde hace dieciséis años- ha reconocido no haber pegado ojo en toda la noche y que afronta la nueva etapa con la misma alegría que incertidumbre.
Antes del excepcional tañer de la campaña de la Torre de la Vela con el que se ha querido simbolizar esta histórica reapertura, Díaz ha participado junto a otras autoridades como el alcalde, Luis Salvador, y el delegado de la Junta, Pablo García, y representantes del sector turístico en un minuto de silencio por la víctimas de la pandemia a las puertas del Palacio de Carlos V.
Este y otros espacios, algunos de los cuales han seguido estando igualmente cuidados y vigilados durante los tres meses de cierre al público, esperan ya para volver a recibir a los visitantes que a lo largo de las últimas décadas han convertido a la Alhambra en un símbolo turístico de España en el resto del mundo.
