Bangkok,- Tailandia comenzó a relajar este domingo sus medidas de contención contra la pandemia de COVID-19 con la apertura de sus ubicuos y populares centros comerciales tras un mes de cierre, mientras desciende el número de casos detectados diariamente del nuevo coronavirus.
Además, tal y como había anunciado el Gobierno el pasado viernes, a partir de hoy vuelven a abrir sus puertas gimnasios, salones de belleza, museos, piscinas centros de convenciones, aunque con restricciones en el número de personas permitidas en los recintos, mientras que se permitirán los rodajes cinematográficos, siempre y cuando los equipos no superen las 50 personas.
A estas medidas se suma el acortamiento del toque de queda nocturno, que a partir de ahora estará vigente de las 11 de la noche a las 4 de la madrugada, en lugar de comenzar a las 10 de la noche, como hasta ahora.
La «desescalada» se produce tras una semana en la que el número de casos de COVID-19 detectados diariamente ha descendido; este domingo se localizaron tres, mientras que ayer no hubo ninguno. En total hay 3.028 casos, que han causado 56 fallecimientos.
Por otro lado, la Autoridad de Aviación Civil de Tailandia anunció el sábado por la noche que ampliaba hasta el 30 de junio la prohibición de aterrizaje de aviones de pasajeros en el país, que declaró el estado de emergencia a finales de marzo y torno en un mes después amplió hasta el 31 de mayo.
Tailandia fue el primer país en el que se detectó un caso de COVID-19 fuera de China, epicentro de la pandemia, y aunque ha conseguido contenerla en comparación con otros países, su economía, en la que desempeña un importante papel el sector turístico, se ha visto seriamente afectada por la crisis.
El Banco de Tailandia ha pronosticado que el PIB del país podría llegar a contraerse un 5,3 por ciento durante el presente año como consecuencia del impacto económico del coronavirus. EFE
