Asunción.- El Gobierno de Paraguay presentará al Congreso las acciones tomadas hasta el momento ante la crisis provocada por el coronavirus y el futuro plan de reactivación económica, informó este miércoles en conferencia de prensa el vicepresidente del país, Hugo Velázquez.
Velázquez acompañó al presidente Mario Abdo Benítez en una reunión con los poderes del Estado, en la que además de los miembros del Ejecutivo también estuvieron el presidente del Congreso paraguayo, Blas Llano, y la fiscal general del Estado, Sandra Quiñónez.
Durante el encuentro, convocado a petición del mandatario, el Gobierno informó al resto de poderes del proceso llevado adelante desde que se impusieron las primeras medidas sanitarias a comienzos de marzo.
El vicepresidente comentó en la rueda de prensa posterior que también se ha solicitado al Congreso «una reunión informativa tanto con los diputados como con los senadores, y comenzar a encarar esta segunda etapa de lo que es esta pandemia».
Por su parte, el ministro de Salud paraguayo, Julio Mazzoleni, precisó que en la reunión interinstitucional se compartieron «los resultados positivos» obtenidos hasta el momento y los primeros datos de la «cuarentena inteligente», que arrancó este lunes 4 de mayo.
«Se quiso hacer un poco un recuento de todas las tareas que nos han llevado hoy al inicio de la cuarentena inteligente», expresó el titular de la cartera sanitaria.
Entre las medidas tomadas en este tiempo se encuentran la pronta implantación de una cuarentena total, el cierre de fronteras, el uso obligatorio de mascarillas o la aprobación de un préstamo de 1.600 millones de dólares para hacer frente a las necesidades económicas.
SEGUNDO TIEMPO
Recurriendo a un símil futbolístico, Mazzoleni advirtió a sus compatriotas que ahora llega el segundo tiempo del partido, y saldrán al campo «con un suerte de fatiga» tras ocho semanas de medidas estrictas.
«Acabamos de jugar un gran primer tiempo, pero nos falta el segundo tiempo, y es más difícil porque seguimos peleando contra el rival que es complicado, pero ahora estamos cansados, es difícil mantener el orden», dijo el ministro.
Por eso insistió en que no es momento de relajar las medidas y cuidados adquiridos hasta ahora y seguir con el «balance positivo» que el Ejecutivo hace hasta el momento.
De cara al feriado de la próximo semana, cuando Paraguay celebra su independencia, el ministro recalcó la necesidad de evitar desplazamientos y atajar así la propagación del virus.
«La hiperconectividad es igual a hiperinfectividad: cuanto más nos desplazamos y fluimos a lo largo del país eso contribuye a la propagación de la infección», aseguró.
Sobre la reactivación económica que se irá dando con las distintas fases de la cuarentena, el Ministerio de Salud está manteniendo mesas de trabajo con diferentes sectores y no descarta la posibilidad de «adelantar fases».
No obstante, recordó que los reclamos del sector productivos están ahora sometidos a las urgencias de la salud pública.
«Las cuestiones económicas que naturalmente son muy atendibles y que impactan en el sector salud tienen que subordinarse a esos conceptos. Primero se han salvado muchas vidas, ahora jugar este segundo tiempo es más difícil que la primera etapa. Tenemos que hacerlo con cuidado porque podemos perder lo que hemos ganado hasta aquí», subrayó.
MIRADA A LA FRONTERA
La ministra de Industria y Comercio, Liz Cramer, recordó que esta primera fase de la «cuarentena inteligente» habilita la vuelta a la actividad de un 58 % de la economía y compartió el interés de los comercios y servicios por volver a la actividad plena.
Sin embargo, Cramer reconoció que las decisiones al respecto dependen de «los números duros que Salud determine», así como de los motivos y razones para ir incluyendo grupos en cada etapa.
Cramer, que viajó este martes junto con otros ministros a Ciudad del Este, en la frontera con Brasil, aludió en la conferencia de prensa de hoy a «la situación de las ciudades fronterizas» y, en concreto, al comercio de frontera.
De ahí que señalara la necesidad de «un abordaje mucho más holístico a la mirada de fronteras», con localidades que dependen del comercio mientras las fronteras permanecen cerradas, aunque pueden seguir entrando y saliendo mercancías.
