Ginebra, (EFE).- Pese a la ausencia de cifras oficiales completas, Afganistán podría ser uno de los países del planeta más afectados por COVID-19, advirtió hoy una de las agencias de Naciones Unidas, que pidió un aumento de la ayuda humanitaria a esa nación para asistirla en la actual crisis.
Según el portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Paul Dillon, aunque las cifras de casos confirmados en Afganistán son relativamente bajas (2.900 contagios y 90 muertes) otras evidencias sugieren que el país «podría tener una de las más altas tasas de infección en el mundo».
Recientes test recogidos al azar entre 500 ciudadanos de la capital afgana, Kabul, mostraron una tasa de infección del 50 %, en una ciudad con entre cinco y siete millones de personas, y el propio gobierno del país admitió que sin medidas urgentes el porcentaje a nivel nacional podría ascender al 80 %.
Dillon señaló que el país tiene grandes limitaciones para poder testar a su población, con sólo ocho instalaciones acondicionadas para ello que suman una capacidad diaria de 150 diagnósticos como máximo.
Por otro lado, las medidas de distanciamiento social «no pueden ponerse en práctica en un país donde el tamaño medio de una familia es de siete miembros y la mayor parte de la población vive en casas pequeñas con insuficiente ventilación», explicó.
En este contexto, la OIM ha pedido a los países donantes una ayuda adicional de cinco millones de dólares para mejorar la asistencia a ese país, al que han regresado en fechas recientes 270.000 migrantes y refugiados de los vecinos Irán y Pakistán, a causa de la pandemia.
