Buenos Aires.- La radio fue en otra época el principal medio de comunicación de masas, una función que ha perdido en favor de las nuevas tecnologías pero que conserva en lugares remotos como el rural argentino, a donde ahora lleva casi en exclusiva las novedades de la pandemia del coronavirus.
«Por ahí suena como que en esta época es algo imposible, pero se da», señaló a Efe René Caro, jefe de la División de Operaciones Rurales (DOR) de Santa Cruz, una provincia de La Patagonia famosa por su potente sector agropecuario, principalmente ovino, donde la población es muy dispersa y articulada, más allá de las ciudades, en granjas conocidas como estancias.
En estos lugares la radio sigue siendo el principal medio de información, lo que dificulta la propagación de las medidas oficiales y provoca situaciones como las que se vivieron en la ciudad de El Calafate, a la que días después de que esta decretara su cierre por la pandemia intentaron acceder varios jornaleros, alegando que desconocían la medida porque no tenían pilas para sus transistores.
DESCONOCER LA CUARENTENA POR FALTA DE PILAS
«A algunos le pasó que quisieron llegar acá para abastecerse de mercadería y se encontraron con que estaba cerrado el pueblo y no lo pudieron hacer, tuvieron que volver a la estancia», subrayó Caro, quien tuvo que explicar las medidas a estas personas que «manifiestan que no habían tomado conocimiento porque se le había quedado sin pilas la radio».
A mediados de marzo, el Gobierno local decretó la suspensión de «la circulación que tenga como fin el ingreso y egreso de la ciudad», una medida basada en las recomendaciones del Ejecutivo nacional y que a muchos lugares solo llegó a través de la radio.
«Acá la Sociedad Rural sacó un comunicado a través de la radio donde informaba a los pobladores y productores agropecuarios de como iba a ser la modalidad para poder abastecerse, tanto de víveres como de combustible, gas leña y medicamentos», señaló.
BOLETINES A MEDIDA PARA CAMPESINOS
La radio transmite información no solo oficial sino también comunitaria, con partes diarios destinados a los trabajadores del campo «en un horario particular a la mañana o a la tarde, después de que realizan su faena cotidiana».
«Nuestra provincia es muy extensa y en algunos puestos de estancia todavía utilizan este método (la radio), a través de comunicados o mensajes para el hombre de campo, para recibir información de lo que está pasando, tanto en su casa, porque se envían comunicados de la familia, y para saber lo que pasa en establecimientos vecinos», agregó el jefe de la DOR.
Una de las principales emisoras que lleva estos boletines a los oyentes es LU12 AM680, una de las primeras radios en funcionar en La Patagonia hace 82 años, y que cada día a las 13.00 horas (16.00 GMT) emite «El Correo del Oyente», un programa que, según relató a Efe el productor Sandro Díaz, funciona como «un WhatsApp del campo».
«Son correos del campo que se envía gente que no tiene la accesibilidad para poder mandar aun mensaje a su hermano que trabaja en el campo. Esa persona deja un papel en la radio o llama a la radio y dice ‘quiero mandarle un mensaje a tal estancia’ y el locutor lo lee», señaló.
BÚSQUEDA DE EMPLEO Y RESCATE DE HERIDOS
En esta época del año muchos trabajadores rurales de todas partes del país llegan a la provincia, ya que debido a las bajas temperaturas los animales se mueven de las zonas donde comienza a nevar a otros lugares con mejores condiciones, un proceso que demanda mucha mano de obra, siempre necesaria para otros trabajos como la esquila de la oveja.
Muchos de ellos llegan en las famosas «comparsas de esquirla», grupos de trabajo especializado que recorren La Patagonia argentina de estancia en estancia y que en muchas ocasiones acuden a la emisora para anunciar su búsqueda de trabajo y que los dueños de las estancias los puedan contactar.
La radio es para algunos la forma de comunicación más inmediata, y así lo vivió Guillermo Vera, un peón de campo que hace unas semanas se cayó mientras montaba a caballo a doce kilómetros de la estancia en la que trabajaba y se rompió los ligamentos cruzados, ante lo que llamó a su madre para que diera una alerta en la radio. El dueño de la estancia escuchó el mensaje radial y pudo rescatarlo.
Asimismo LU12 emite, desde que comenzó la cuarentena, el programa «Quédate en casa», en el que informa de toda la actualidad de la pandemia, a nivel «local, nacional e internacional», y traslada a los oyentes las indicaciones y medidas que lanzan los diferentes organismos.
REPARTO A DOMICILIO
La cuarentena subrayó el aislamiento que viven muchas zonas del rural y dificultó que puedan abastecerse de bienes de primera necesidad, una tarea que queda en manos de la DOR, que se encarga de llevar a cada estancia los productos que necesita.
«Ellos (los campesinos) se encargan de hacer los contactos a través de la Sociedad Rural o con los establecimientos donde adquieren la mercadería y nosotros hacemos la logística de llevárselo», señaló el jede de la unidad policial, y detalló que realizan salidas a diario.
Además de víveres también llevan «información y las medidas preventivas, como deben cuidarse, medidas de bioseguridad para que puedan sentirse seguros al momento de tener que realizar una faena o interactuar con algunas personas que se puedan llegar a encontrar en el camino o en el campo».
En el territorio se encuentran 137 establecimientos agropecuarios, dispersos por un terreno complicado que dificulta la llegada de los efectivos, quienes en alguna ocasión tuvieron que «cruzar un rio a pie por temor a que se le quede el vehículo».
