Washington.- El presidente estadounidense, Donald Trump, lanzó este viernes un furibundo ataque contra General Motors (GM) y su presidenta, Mary Barra, a quienes acusó de no cumplir sus promesas de producir miles de respiradores necesarios para tratar a los enfermos más graves de COVID-19.
«Como es habitual con ‘esta’ General Motors, las cosas parecen no funcionar. Dijeron que nos iban a dar muy rápidamente 40.000 respiradores muy necesarios. Ahora están diciendo que solo serán 6.000 a finales de abril y quieren mucho dinero», escribió Trump en Twitter.
«Siempre un desastre con Mary B.», añadió el presidente estadounidense, quien dijo que invocará la ley de Producción de Defensa, lo que le permitirá al Gobierno obligar a que las empresas produzcan los equipos necesarios.
En otro tuit en un tono más exaltado, el mandatario consideró que GM «DEBE abrir inmediatamente su planta estúpidamente abandonada de Lordstown en Ohio, u otras plantas, y ¡¡¡¡EMPEZAR A PRODUCIR RESPIRADORES YA!!! ¡¡¡¡FORD EMPIECE CON LOS RESPIRADORES, RÁPIDO!!
GM y Ford anunciaron hace días planes para ayudar al aumento de la producción de respiradores ante las previsiones que apuntaban que el sistema sanitario estadounidense necesitaría miles de estos equipos médicos para los enfermos más graves de COVID-19.
Los tuits de Trump se producen entre fuertes críticas del gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, y el alcalde de la ciudad homónima, Bill de Blasio, a la respuesta del Gobierno federal a las necesidades de respiradores.
Trump declaró anoche en una entrevista a la cadena de televisión Fox News que no creía que Nueva York necesitase 40.000 respiradores, como han solicitado Cuomo y De Blasio: «Vas a grandes hospitales y tienen dos respiradores. Y ahora de repente están diciendo ‘¿Podemos pedir 30.000 respiradores?», se preguntó Trump.
Los últimos datos de la Universidad John Hopkins sobre la propagación de COVID-19 en Estados Unidos señala que el país tiene 86.012 casos confirmados, más que ningún otro país del mundo, y 1.301 muertes, siendo Nueva York el epicentro de la pandemia en territorio estadounidense.
