Voz de América – Redacción,-La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado la voz de alerta: América Latina y el Caribe están atravesando uno de los ciclos epidemiológicos de denguemás graves de los últimos 30 años.
Según el organismo, Brasil, Colombia y Nicaragua son, en este orden, los países más afectados por la enfermedad transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. En los primeros 7 meses de 2019 ya ha afectado a más de dos millones de personas y dejado 723 víctimas mortales.
En el caso de Venezuela, según datos oficiales del ministerio de salud, se reportaron seis mil casos de dengue, en los primeros siete meses del año. Sobre papel, se trata de una cifra inferior a la de sus vecinos de la región.
Sin embargo, los expertos alertan que el alcance de la epidemia, en el país, podría alcanzar cotas más altas, si se tienen en cuenta los casos que pasan desapercibidos a las autoridades.
“Las cifras oficiales son las que reporta el ministerio de Salud de Venezuela a la OPS. Podría haber más casos”, aseguró la doctora Maria Eugenia Landaeta, Directora del servicio de Infectología del Hospital Universitario de Caracas, en el programa Foro, de la Voz de América.
La experta señaló que “no todas las personas consultadas van al médico cuando los síntomas son leves o moderados. Tampoco todas las instituciones de salud reportan al ministerio. Seis mil casos ya son alarmantes, pero más alarmante es si se considera el subregistro”, subrayó.
No solo el subregistro preocupa a los expertos. Una tardía detección de la enfermedad o la falta de insumos podrían incidir en el índice de mortalidad. Según Landaeta, “los pacientes deben conseguir el tratamiento por cuenta propia y realizarse los exámenes en hospitales privados, lo cual retrasa el diagnóstico”.
Para frenar la propagación de la enfermedad en el continente, la OMS exhorta a toda la sociedad a eliminar los criaderos de mosquitos. Una recomendación que enfrenta una dificultad extra, en Venezuela, debido a los frecuentes cortes de agua.
Ellos obligan a la población a almacenarla en depósitos o cisternas, siendo estos el hábitat natural de reproducción del mosquito. Es por eso que, “tapar herméticamente los envases, hervir el agua o usar tabletas de cloro” son solo algunas de las prácticas que la doctora Landaeta recomienda, para evitar el crecimiento de larvas del mosquito del dengue, cuando el almacenaje de agua resulte inevitable.