Santo Domingo, (EFE).- El exministro de Obras Públicas Víctor Díaz Rúa fue interrogado hoy por segunda vez en relación a lo admitido por la constructora brasileña Odebrecht de que pagó sobornos en el país por 92 millones de dólares para adjudicarse licitaciones de infraestructuras públicas.
Díaz Rúa, sin embargo, no quiso ofrecer declaraciones a la prensa tras más de seis horas de permanecer bajo interrogatorio en la Procuraduría General de la República, a cargo de las pesquisas.
El exfuncionario se limitó a decir que no tiene nada que ocultar con relación al escándalo de los sobornos de Odebrecht.
La primera vez que compareció ante el Ministerio Público fue el 20 de enero pasado, cuando admitió que conocía al empresario dominicano Ángel Rondón, pero que no realizó con este ningún tipo de acuerdo comercial.
Rondón, interrogado días antes por el mismo caso, afirmó que recibió 92 millones de dólares por parte de Odebrecht, pero por servicios prestados a esa transnacional a lo largo de varios años.
El nombre de Rondón salió a relucir luego de que la Procuraduría interrogara al gerente general de Odebrecht en el país Marcelo Hofke.
Las investigaciones comenzaron cuando el Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló en diciembre pasado que Odebrecht pagó sobornos por 788 millones de dólares en una decena de países de América Latina y África, para lograr adjudicarse contratas públicas.
Tras una serie de interrogatorios a exfuncionarios y exlegisladores, el Ministerio Público local anunció que había alcanzado un acuerdo con Odebrecht, mediante el cual la empresa pagaría al país 184 millones de dólares, el doble de lo dado en sobornos.
Sin embargo, el acuerdo fue declarado «inadmisible» por un juez dominicano el 1 de marzo pasado, lo que fue saludado por diversas organizaciones sociales que presionan al Gobierno para que el escándalo de los sobornos se esclarezca en los tribunales.
En su discurso de rendición de cuentas del 27 de febrero pasado ante la Asamblea Nacional, el presidente dominicano, Danilo Medina, dijo que las investigaciones continuarán «hasta las últimas consecuencias», y de que en su Gobierno no había «vacas sagradas» en ese ni en ningún caso. EFE
