Santo Domingo, (EFE).- La República Dominicana y Estados Unidos oficializaron hoy el Tratado de Extradición firmado entre ambas naciones el año pasado y que sustituirá a la normativa vigente desde el 2 de agosto de 1910.
La entrada en vigor del acuerdo fue rubricada por el canciller dominicano, Miguel Vargas; y por el embajador estadounidense, James W. Brewster, en un acto en el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Dominicana.
El Tratado, señalaron ambos funcionarios en un comunicado conjunto, «facilitará de manera eficiente enfrentar el crimen y la delincuencia nacional e internacional, el cual abarcará nuevas modalidades delictivas, como los son los tipificados de alta tecnología, terrorismo, narcotráfico y sicariato».
Previo a la firma, Vargas subrayó que este instrumento recoge aspectos procesales que traerán un importante avance respecto del anterior «y contempla temas como la obligación de conceder la extradición o facilitarla respecto de aquellos delitos que no eran susceptibles de ser cometidos y tipificados hace 106 años».
El nuevo tratado consigna el establecimiento de una cooperación «más eficaz entre las partes, planteando un mayor detalle sobre los requisitos y procedimientos de entrega de personas que infrinjan la Ley, incluyendo también solicitudes de arresto provisional», dijo.
Vargas aseguró que relaciones entre su país y EE.UU se encuentran «en su mejor momento», tras recordar que este mismo mes ambas naciones firmaron un acuerdo de preautorización de transporte aéreo a los viajeros que salgan desde el aeropuerto internacional de Punta Cana (este) con destino al país norteamericano, quedando exentos de registrarse a la llegada a su destino.
En tanto, Brewster dijo que con este nuevo acuerdo, su país renueva el compromiso de trabajar con el país caribeño «para que los imputados de un crimen sean procesados por sus delitos, utilizando la extradición como una herramienta clave para reducir el crimen y mejorar la seguridad nacional y seguridad ciudadana».
De acuerdo con el diplomático estadounidense, el objetivo principal del pacto es enfrentar de forma efectiva las nuevas modalidades delictivas.
Mediante este acuerdo ambos países se comprometan a entregarse los imputados requeridos para enjuiciamiento o para el cumplimiento de alguna sentencia por intento, conspiración o participación en la comisión de un delito en cualquiera que sea el grado.
Pueden ser extraditados, entre otros, los imputados del delito de fraude o evasión fiscal, violación a los controles de importación o exportación de productos o dinero en efectivo. EFE
