RT. Varios policías armados de la ciudad estadounidense de Santa Ana, California, fueron captados por cámaras de seguridad durante un registro inadecuado en un dispensario de marihuana. Por sus máscaras y equipamiento daban la impresión de haber salido de una película de acción, y además de burlarse de una mujer en silla de ruedas robaron algunos productos de la tienda. Doce agentes de Santa Ana participaron en el desmesurado registro, un número indeterminado de los cuales será investigado por sospecha de conducta inapropiada, informa el semanario digital ‘Weekly’.
Uno de los policías dice que deberían romper las cámaras de vigilancia para hacer feliz al jefe. Algunos oficiales comienzan a desmontar las cámaras y otros cortan los cables, aunque no lograron detectar las cámaras ocultas que habían instalado los propietarios del establecimiento.