Brasil.-David Guetta uno de los DJ más famosos del mundo expone su música electrónica y invade el escenario del Parque Anhembi de Sao Paulo mientras miles de serpentinas bañan a un público ya enloquecido.
El primer movimiento de los mandos de la mesa de mezclas no se hace esperar y la primera nota del famoso «Play Hard» se extiende por el pabellón.
Por qué será que todo parece tan sexy en Brasil? Adoro el país y a su gente.
Tras hacer vibrar a nueve ciudades brasileiras con su gira, Guetta se enfrenta a una ecléctica audiencia difícil de complacer, la más exigente del país.
Vengo de Brasilia y mañana voy a Río de Janeiro donde termina el tour. Quiero saber dónde está la mejor fiesta. Me dijeron que está en Río.
No han pasado 10 minutos cuando explota «Dangerous», la nueva apuesta con la que el pinchadiscos francés lidera desde hace semanas todas las listas de éxitos.
El show sigue inundando la capital paulista con luces y rotundos efectos especiales, mientras un hit sigue al otro.
Las voces de Akon, Chris Willis, Kid Cudi, John Legend o Calvin Harris protagonizan una noche en la que Guetta no duda en homenajear a las bandas británicas Oasis y Cold Play, un guiño a su reconocida obsesión por hacer, como sus colegas de profesión, «música y no sólo sonido».
Y cuando parece que el público comienza a relajarse, los platos de Guetta dan un golpe maestro con «Love Don’t Let Me Go», uno de los singles que lo catapultaron a la fama.
A pesar de haber compuesto a voz, guitarra y piano las canciones de su último disco, «Listen», el sonido electrónico señorea las piernas de los fans que, extasiados, bailan como si no hubiera mañana.
Suena «Titanium» y comienza la ola: un emocionado Guetta cierra los ojos mientras escucha la voz de la australiana Sia, que se ha convertido en su musa particular desde que colaboraron para crear este éxito mundial, incluido en su anterior trabajo.
Tras 3 horas de show, el productor se despide con otro clásico, y recordando que en nada vuelve; el festival Tomorrowland está a la vuelta de la esquina.