Pekín, (EFE).- La Policía china detuvo a 24 personas durante la manifestación celebrada el sábado contra la construcción de una planta incineradora en la provincia sureña de Cantón, que fue secundada por miles de personas, informa hoy el oficial «China Daily».
Las autoridades acusan a los detenidos de «alterar el orden social» durante las protestas, en las que miles de ciudadanos del municipio de Luoyang de Cantón mostraron su malestar y preocupación por un proyecto que consideran que dañará el medio ambiente y, por tanto, su salud y la de sus descendientes.
El rotativo señala que ocho personas fueron liberadas a las pocas horas de ser arrestadas, mientras que el resto sigue en comisaría.
Los ciudadanos salieron a la calle el sábado con pancartas en las que pedían la paralización de este proyecto, que se espera que gestione 2.600 toneladas de basura por día cuando empiece a funcionar el año que viene.
Al parecer, la marcha se llevó a cabo sin incidentes en los primeros momentos, si bien con el paso de las horas se produjeron algunos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes, según medios independientes del país.
El domingo, por segundo día consecutivo, cientos de ciudadanos volvieron a protestar, esta vez, frente a la sede del Gobierno condal y la plaza del pueblo, mientras un numeroso dispositivo policial les rodeaba, según algunos residentes citados por el independiente «South China Morning Post».
Uno de los manifestantes, Li Wei, explicó que los ciudadanos estaban haciendo circular un informe con sus demandas, que hasta ahora habían firmado 20.000 personas.
«Si no luchamos, será demasiado tarde para salvar nuestra comunidad», indicó el residente en el que fue el último día de la consulta pública oficial sobre el proyecto, que ha durado un mes.
Ante el clamor popular, las autoridades se reunieron con una treintena de representantes de los manifestantes a última hora del domingo para discutir el proyecto, según un comunicado hecho público por el Gobierno local en internet.
Un portavoz oficial señaló que las autoridades organizarán discusiones sobre la incineradora con residentes y expertos, y que la decisión final se tomará de acuerdo a la ley y al procedimiento legal.
«El Gobierno municipal prestará toda su atención a la elección del sitio (para la construcción de la planta) y está solicitando opiniones de todas las partes implicadas para tomar una decisión», añadió el portavoz, que esperó que el público sea «racional» y exprese sus opiniones «de manera pacífica».
La manifestación de Luoyang se produce meses después de la masiva protesta ocurrida en la ciudad de Hangzhou, en la provincia oriental de Zhejiang, contra una incineradora de residuos, donde al menos 10 manifestantes y 29 policías resultaron heridos.
Esta situación se repite en numerosas ciudades chinas, donde los Gobiernos locales tratan de dar solución a la creciente generación de basura por la incipiente clase media con planes de incineradoras, mientras la ciudadanía recibe estas propuestas con recelo y preocupada por el efecto dañino de éstas al medio ambiente y sus consecuencias. EFE
