ESPAÑA: Las autoridades informaron que el sacerdote que murió por la infección del virus del ébola fue incinerado.
Un funcionario del gobierno confirmó que el cuerpo del padre Miguel Pajares fue trasladado en un féretro sellado desde el hospital a un crematorio local en estricta conformidad con la ley de ese maltrecho país.
El clérigo contrajo la infección cuando trabajaba en un hospital en Liberia y fue trasladado a España para recibir tratamiento.