El gobierno de Holanda emitió una disculpa pública y formal por una serie de ejecuciones sumarias llevadas a cabo por tropas holandesas en su antigua colonia de Indonesia antes de que el país obtuvo la independencia en 1949.
El embajador holandés en Indonesia, Tjeerd de Zwaan, se disculpó en Yakarta por lo que calificó de excesos.
En su momento, Naciones Unidas condenó los actos «deliberados» por el brutal asesinato de miles personas.
El gobierno holandés había pedido disculpas en ocasiones anteriores y pagado compensaciones en ciertos casos pero no procesó a ningún soldado por las muertes.