New York.- La cantante mexicana Julieta Venegas cierra hoy con un concierto en Central Park la Conferencia de Música Latina Alternativa, una condición que asume con orgullo a pesar de sus ventas millonarias porque «ser alternativo es, simplemente, hacer lo que uno quiere».
«Creo que el tema alternativo no solo es una cuestión de que te escuche más o menos gente. Simplemente hacer lo que uno quiere hacer sin tener un perfil de industria», explica la cantante de «Lento».
Como aperitivo de la gira que le llevará por todo Estados Unidos a partir de septiembre para promocionar su último trabajo, «Los momentos», Venegas se muestra feliz por actuar por segunda vez en Central Park y en un festival «cada vez más importante».
«Hoy en día, para descubrir música latina de diferentes lugares hay que buscar en lugares como estos o en internet. No vas a escucharlos en la radio, no te lo va a presentar una disquera grande. hay que buscarlo e investigarlo», asegura.
Y, por supuesto, estar en la ciudad de los rascacielos, a la que han cantado Frank Sinatra, Madonna o Ella Fitzgerald. «Todo el mundo quiere venir a New York. Es una ciudad donde todo el mundo escucha música que no es sólo en inglés y los latinos no solo escuchan música en otros idiomas. Es la diversidad y la riqueza que hay aquí» explica.
Pero la diversidad de Venegas, nacida en Tijuana y que es capaz de tocar la guitarra y el acordeón, es más que de raza o de música. Es de sentimiento. La cantante primero dijo «Me voy» pero ahora canta a la ausencia en «Los momentos». Supo querer con «Limón y sal» aunque no supiera qué es lo que estaba «Bien o mal». Ese estado cambiante del ser humano es, para ella, «algo natural».
«Para mí escribir tiene que ver lo que siento y lo que vivo. La gente está hecha así, de cosas que son buenas y malas todo el tiempo. Me gusta contar historias que reflejen la complejidad de lo hermoso de la vida, de lo feo y lo triste. Como un desahogo, nada más», reflexiona.
Y es por es que, a la hora de atribuirle un género, sigue siendo complicado, desde el pop ligero de «Andar conmigo» al dance melancólico del primer sencillo de su último disco, «Tuve para dar».
«Prefiero no pensar en qué género y qué gente te va a escuchar. Ser consecuente y consciente de lo que tú quieres decir y perseverar en eso es lo importante. Es muy fácil caer en la superficie de lo que es la música. El éxito, los fans. Todos los que nos dedicamos a la música tenemos que encontrar, ante todo, una voz propia», concluye.
Y, aunque se enorgullezca de formar con Lila Downs y Natalia Lafurcade un trío de ases de la música mexicana en femenino en esta Conferencia de la Música Latina Alternativa, tampoco le gusta ese cajón reservado al género que distingue al hombre de la mujer.
«Me encanta que ahorita seamos cada vez más mujeres y sigamos sumando. Espero que pronto seamos tantas que ojalá llegue el momento en que ya no se hable de la música hecha por mujeres como algo particular».
