Praga/República Checa.- Pinturas, esculturas, conferencias y películas de artistas, en su mayoría noveles, de Argentina, Brasil, Chile, Cuba, México, Perú, Uruguay y Venezuela, atraen estos días al público checo en la III Bienal de arte latinoamericano en Praga.
Inaugurada el pasado día 4 en el Instituto de la capital checa, la bienal estará abierta hasta el 25 de abril.
La iniciativa de su celebración surgió hace cuatro años, durante una reunión en Praga de ministros de Relaciones Exteriores del Grupo de Río y de la Unión Europea (UE).
«Entonces se sembró la semilla de la conferencia de Estados de América Latina y el Caribe, la CELAC, que es hoy una realidad de integración regional», recordó el embajador de México, José Luis Bernal, en el acto de inauguración.
La muestra refleja la gran variedad de estilo que se encuentra en la región y que «se caracteriza por la enorme riqueza cultural y por la capacidad creativa de sus artistas», resaltó Bernal.
Las obras de bellas artes, cine y literatura con señas de identidad iberoamericanas confluyen en este evento, del que se espera forje una tradición y, en el caso de la expresión plástica, pone de relieve la simbiosis de los artistas con el medio checo.
Así, algunos de ellos, como la pintora chilena Caroline Zenteno, de Puerto Varas, se han inspirado en artesanías y motivos del país centroeuropeo.
Según explica tras formarse en Chile, Francia, y Argelia, Zenteno participa por segunda vez en la bienal con 2 cuadros que representan a la capital checa.
«He querido reflejar los colores de la ciudad tanto en invierno como en primavera (..) En ciertas épocas del año, la luz que tenemos permite que me inspire mucho a la hora de trabajar en mis pinturas» para hacer de los cuadros una metáfora de la ciudad, comenta.
Para la pintora chilena, «Praga representa muchas cosas: el pasado, la belleza, la armonía. Creo que representa a Europa, un espíritu europeo muy importante».
Con una colección de sus obras, México ha dedicado su espacio a rendir homenaje al grabador José Guadalupe Posadas en el centenario de su fallecimiento. Sus estampas fueron inspiración de los más destacados muralistas, como David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo, Raúl Anguiano o Diego Rivera.
El brasileño Richardo Hoineff, otro de los exponentes, vive desde hace 21 años en Praga y vino aquí a estudiar Escenografía de Teatro en la Facultad de Artes Dramáticas (DAMU).
Actualmente escribe musicales para teatro y televisión, y hace poco descubrió el diseño artesanal del cristal de Bohemia, que se trabaja en este rincón de Europa desde el siglo XIII, como nuevo campo de actividad artística.
«No soplo en formas sino directamente en materiales, en bambú, en madera, en bananas», precisa Hoineff, que el año pasado obtuvo una mención honorífica en la trienal internacional de la localidad checa, cuna del arte de cristal.
Para este artista, «el cristal es una de las pocas materializaciones de los cuatro materiales elementales, y se trabajan al mismo tiempo: el fuego, la tierra con el agua, y el aire».
David Castro, que estudió Artes Plásticas en Perú, vive también en Praga, donde trabaja con pintura a témpera y lápiz de color.
«Siempre me encantó el arte precolombino, y trato de rescatar la estética y el mensaje emocional que los artistas pudieron dar con su trabajo», declaró el artista.
La bienal incluye además un ciclo de conferencias, entre las que destaca el homenaje al escritor mexicano Carlos Fuentes, a cargo de su amigo y también literato Jorge F. Hernández, en el primer año del fallecimiento del autor de «La región más transparente».
Otra serie de ponencias está dedicada a la milenaria ciudad sagrada de Caral (Perú).
También se proyectarán películas, entre ellas la sátira política «Su excelencia» del realizador mexicano Miguel M. Delgado, con el legendario Mario Moreno «Cantinflas» en el reparto, y la cinta argentina «El artista», sobre el esnobismo en el arte moderno, de Mariano Cohn. EFE
