SANTO DOMINGO. El maestro José Antonio Molina, director de la Orquesta Sinfónica Nacional, sueña con un país sembrado de músicos, de agrupaciones artísticas que fomenten el desarrollo de una mejor sociedad.
Así se expresó ayer el laureado artista en el auditorio Manuel del Cabral de la biblioteca Pedro Mir de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, al agradecer el título de «Doctor Honoris y Causa» que le otorgó la UASD.
«La música podría ser la mejor herramienta para lograr concertar voluntades, almas y espíritus, para generar un mensaje de los valores y así transforma a los jóvenes, a los niños, a los adultos para lograr una revelación que sea capaz de transformarlos ante la vida», indicó.
Ante los miembros del Consejo Universitario y una sala atestada del público, el artista expresó que recibía el reconocimiento con mucho honor. «Me llena de profundas emociones y encumbra mis sentido de compromiso para con mi carrera y mi vida personal a latitudes que nunca antes imaginé serían alcanzadas».
Al comentar sus orígenes reseñó que su vida profesional quedó marcada por sus madres, los artistas Papa Molina y la profesora Josefina Miniño de los que dijo es el admirador número uno.
Molina estuvo acompañado de sus familiares y amigos.
Un ejemplo
Al pronunciar el discurso central del acto, el rector de la UASD, Franklin García Fermín, exaltó las cualidades que adornan a Molina.
Señaló que el director clásico es un hombre excepcional y que constituía un orgullo honrar al más destacado director de la República Dominicana.