Roma, (EFE).- La actriz estadounidense Megan Fox desveló que estuvo obsesionada por una actriz pornográfica y que tuvo una relación amorosa con una mujer, en una entrevista publicada hoy por el diario italiano «La Stampa».
«Es verdad, cuando tenía 18 años, tuve una relación de amor con una stripper rusa y, durante algún tiempo, estuve obsesionada por la actriz pornográfica Jenna Jameson», afirmó la actriz.
Considerada con sus 23 años una de las mujeres más sexy del mundo, la actriz promociona la primera película que protagoniza, «Jennifer’s Body», en el que encarna el papel de una joven poseída por el demonio que asesina a sus compañeros de instituto.
Sin embargo, en su vida real, las armas a las que recurre para subyugar a sus «víctimas» son otras.
«La sensualidad puede ser una arma muy potente y nosotras las mujeres tenemos que aceptarla en lugar de combatirla. No disponemos de la fuerza física para dominar a los hombres, pero no la necesitamos porque podemos usar nuestras dotes naturales», refirió.
Fox opinó que «hablar de sensualidad y de sexo para una mujer es escandaloso», porque «vivimos en una sociedad que ha sido fundada sobre principios bíblicos arcaicos», donde «los hombres son admirados por sus proezas sexuales, mientras que nosotras provocamos molestia, sobre todo en los Estados Unidos».
«Al contrario, en Europa una mujer puede ser sexy y también inteligente», manifestó la joven actriz, que ama jugar con su lado transgresor, fomentando el mito de su bisexualidad.
Actualmente Fox tiene novio, Austin Green, y de él dijo: «Tengo una relación monógama desde hace unos años y me siento afortunada porque he encontrado a una persona espontánea, que es capaz de quedarse conmigo a pesar de todas mis idioteces».
Preguntada por su hombre ideal, la actriz contestó: «Hay mujeres que buscan a hombres ricos o que tienen un coche rápido, pero yo no, para mí un hombre, en primer lugar, tiene que tener un gran sentido del humor y el coraje de ser vulnerable, porque ser macho es fácil, pero para ser vulnerables necesita coraje».
Fox se quejó de los periódicos que, cuando escriben sobre ella, no le permiten ser «auto-irónica», «toman en serio todas las salidas sarcásticas» que dice y la retratan como si fuera «una mujer muy segura, vacía y consentida, una que no tiene mucho para decir». EFE
