Los éxitos de Enrique Iglesias pusieron a vibrar al público en Altos de Chavón

La Romana, Altos de Chavón. El cantante Enrique Iglesias reafirmó la noche del Sábado Santo, su popularidad en la República Dominicana y echó a rodar por el suelo las apuestas de quienes aseguraban que no llenaría por segunda ocasión el anfiteatro Altos de Chavón.
 
La noche del pasado sábado el astro español reventó a toda capacidad el lugar, llevando, según los organizadores a más de cinco mil personas. El artista subió a escena casi a las diez de la noche, luego del debuto aquí del dominicano Raymond Castellón, una figura desconocida aquí que en uno que otro momento logró la atención de una multitud que esperaba a Enrique.
 
Cuando Enrique apareció en escena eran casi las diez de la noche. El público lo recibió con una gran euforia y de inmediato arrancó con los temas que lo han hecho popular a lo largo de sus 14 años en la escena.
“Grandes éxitos”, título de la gira que lleva por el mundo, encontró la complicidad de jóvenes y adultos que gustan de sus canciones.
 
Como suele ocurrir en sus presentaciones, Enrique Iglesias exigió la colocación de una pasarela que lo conectaba con su público, la cual conectaba con el escenario. Allí hizo lo suyo, se confundía una y otra vez con su fans. Es sin duda una estrategia que le da muy buenos resultados, pues el contacto con la gente le convierte en un aliado para sus propósitos.
 
Si algo dejó claro Enrique Iglesias es la sencillez que le caracteriza. Entabló un diálogo con su público, saludó, dijo que estaba feliz de regresar a la República Dominicana y en particular a Chavón, un recinto bien conocido por el, pues en principio vivió un tiempo en Casa de Campo junto a su padre el famoso cantante y compositor Julio Iglesias.
 
Cuando el show llevaba buen tiempo convocó a un señor al escenario, allí desarrolló una dinámica que generó un buen momento. Luego llamó a dos miembros de su club de fans, conversaron, brindaron tequila, uno y otro trago. Los invitó a cantar e improvisaron un segmento que provocó hilaridad.
Enrique hizo un buen show. Mantuvo a sus pies al público, el ambiente era de puro disfrute, se desplazó por todas las áreas del escenario, se trepó por los andamios para acercarse a la gente que estaba en los extremos.  Acompañado de una banda que sonó acoplada, se lució en cada interpretación.
 
El beso de la discordia
Cuando el show llegaba a su fin, una joven de nombre Marilenny, miembro de club de fans fue llamada por el artista para que le acompañara. Enrique le preguntó que si era casada. “Si soy casada, pero el no es celoso”…la situación marcaba el preámbulo a lo que siempre hace en la escena con las que sube a escena. La besó en la boca, lo que generó todo tipo de comentarios, pues su esposo se desprendió de una camiseta que llevaba el nombre de Enrique. El chisme se regó como pólvora, pero a la salida, todos se sorprendieron al ver a la pareja de esposos abrazados.
 
El show concluyó pasadas las 11.30 de la noche. Realmente no fue una propuesta extensa, que al final de la jornada satisfizo al público, aunque cuando el artista se despidió por segunda vez de la escena, la gente lo reclamó a coro, pero no volvió. La producción local del show fue responsabilidad de la empresa Bravo Entertainment.
 
A todo capacidad.
Las áreas denominadas VIP y Special Guest se llenaron a toda capacidad. En esas zonas, mucha gente no encontró asientos lo que generó quejas. No les quedó otra opción que ubicar un espacio en otras áreas o en su defecto, colocarse frente al escenario. La situación pasó a un segundo plano, pues la gente disfrutó cada minuto de Enrique.
 
Personalidades
El asueto de la Samana Santa llevó a personalidades el área política y del entretenimiento. Entre otros, desfilaron, el pelotero Sammy Sosa y su esposa Sonia, el director General de Migración, George Nader, Saymond Diaz, Carlos Alfredo, Domingo Bermúdez, entre otros.